domingo, 11 de marzo de 2012

EL TIEMPO

Creo que nunca había pensado lo rápido que pasa la vida. Cuánto tiempo más podre vivir y sí llego a la vejez ¿tendré quién me cuide?
Desde hace tiempo he tenido la oportunidad de convivir con una persona de edad avanzada. Padece una enfermedad similar al Alzheimer. Olvida las cosas por instantes y en ocasiones es violenta. La diferencia es que su deterioro mental  avanzaba lentamente.
Muestra una estampa triste y desolada. Su vida se limita a cuatro paredes y un televisor. Cada vez que la miro me es inevitable pensar, que quizá en algún momento mi existencia  se reduzca a eso: postrarme todo el día en un sillón.
Me pregunto si ella alguna vez se imagino terminar así. Tiene una hija y en varias ocasiones he oído como le dice, que se siente un estorbo. Recuerdo  una vez específicamente; la señora estaba asomada por la ventana y de la nada comenzó a gritar que la tenían secuestrada. Menos mal que los vecinos ya saben de su enfermedad.
Supongo que es difícil  depender totalmente de alguien. Ella necesita  ayuda para realizar cualquier actividad: comer, vestirse, ir al baño e incluso bañarse. Claro que el problema no termina ahí. Además de todos los cuidados que deben brindársele, hay que soportar su carácter. Es un verdadero lío llevarla al sanitario, según ella nunca es necesario, para comer pareciera que están tratando con un bebe el cual apenas está aprendiendo a comer. Olvida incluso que el alimento se debe masticar.
De pronto todo me pareció absurdo. ¿Quién podría olvidar cosas así de básicas?, es imposible. Desafortunadamente he comprobado que no es tan difícil.
Frecuentemente sufre crisis nerviosas. La última vez fue a parar  a urgencias. El diagnostico del medico no resulto alentador. Según el se encuentra en la etapa terminal y estos episodios serán cada vez más recurrentes. Junto con ellos olvidara como dormir y resultara muy difícil hacerla  despertar. El doctor menciono que ocurrirá en ese orden aunado a eso, dejara de comer por que no tendrá hambre, olvidará por completo su nombre y el de la gente que la rodea. Por último no recordara que necesita respirar,  así sabremos que el final a llegado.

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